miércoles, 17 de abril de 2013

CUENTOS COLOMBIANOS...


Los mas conocidos por todos y que marcaron nuestra infancia fueron los del famoso escritor colombiano Rafael Pombo quien con su ingenio y pensamiento construyo una serie de relatos los cuales siempre recordaremos y pasarán de generación en generación.

Les presentamos los mas recordados: 

EL RENACUAJO PASEADOR                           



El hijo de rana, Rinrín Renacuajo
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda
Sombrero encintado y chupa de boda.



-¡Muchacho, no salgas!- le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.



Halló en el camino, a un ratón vecino
Y le dijo: -¡amigo!- venga usted conmigo,
Visitemos juntos a doña Ratona
Y habrá francachela y habrá comilona.

A poco llegaron, y avanza ratón,

Estírase el cuello, coge el aldabón,
Da dos o tres golpes, preguntan: ¿quién es?
-Yo doña Ratona, beso a usted los pies.


 



SIMON EL BOBITO                                             


Simón el bobito llamó al pastelero:
¡a ver los pasteles, los quiero probar!
-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
ver ese cuartillo con que has de pagar.
Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
y dijo: ¡de veras! no tengo ni unito.


A Simón el bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
Pescando en el balde de mamá Leonor.


Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
Pero el pastelito se deshizo en breve,
Y apagó las brasas y nada comió.



LA POBRE VIEJECITA. ..                                 


Érase una viejecita
Sin nadita que comer
Sino carnes, frutas, dulces,
Tortas, huevos, pan y pez.


Bebía caldo, chocolate,
Leche, vino, té y café,
Y la pobre no encontraba
Qué comer ni qué beber.


Y esta vieja no tenía
Ni un ranchito en que vivir
Fuera de una casa grande
Con su huerta y su jardín.


Nadie, nadie la cuidaba
Sino Andrés y Juan y Gil
Y ocho criados y dos pajes
De librea y corbatín
.




MICHIN EL GATO BANDIDO...                        
 

Michín dijo a su mamá:
"Voy a volverme Pateta,
y el que a impedirlo se meta
en el acto morirá.


Ya le he robado a papá
daga y pistolas; ya estoy


armado y listo; y me voy
a robar y matar gente,
y nunca más (¡ten presente!)
verás a Michín desde hoy".
Yéndose al monte, encontró
a un gallo por el camino,
y dijo: "A ver qué tal tino
para matar tengo yo".


Puesto en facha disparó,
retumba el monte al estallo,
Michín maltrátase un callo
y se chamusca el bigote;
pero tronchado el cogote,
cayó de redondo el gallo.


Luego a robar se encarama,
tentado de la gazuza,
al nido de una lechuza
que en furia al verlo se inflama,
mas se le rompe la rama,
vuelan chambergo y puñal,
y al son de silba infernal
que taladra los oídos
cae dando vueltas y aullidos
el prófugo criminal. 

                                                   
Repuesto de su caída
ve otro gato, y da el asalto
"¡Tocayito, haga usted alto!

¡Déme la bolsa o la vida!"
El otro no se intimida
y antes grita: "¡Alto el ladrón!"
Tira el pillo, hace explosión
el arma por la culata,
y casi se desbarata
Michín de la contusión.


Topando armado otro día
a un perro, gran bandolero,
se le acercó el marrullero
con cariño y cortesía:
"Camarada, le decía,
celebremos nuestra alianza";
y así fue: diéronse chanza,
baile y brandy, hasta que al fin
cayó rendido Michín
y se rascaba la panza.


"Compañero", dijo el perro,
"debemos juntar caudales
y asegurar los reales
haciéndoles un entierro".


Hubo al contar cierto yerro
y grita y gresca se armó,
hasta que el perro empuñó
a dos manos el garrote:
zumba, cae, y el amigote
medio muerto se tendió.
Con la fresca matinal
Michín recobró el sentido
y se halló manco, impedido,
tuerto, hambriento y sin un real.



Y en tanto que su rival
va ladrando a carcajadas,
con orejas agachadas
y con el rabo entre piernas,
Michín llora en voces tiernas
todas sus barrabasadas.
Recoge su sombrerito,
y bajo un sol que lo abrasa,                              
paso a paso vuelve a casa
con aire humilde y contrito.
"Confieso mi gran delito
y purgarlo es menester",
dice a la madre; "has de ver
que nunca más seré malo,
¡oh mamita! dame palo              
¡pero dame qué comer!"

                                            
POMBO GRAN HISTORIADOR COLOMBIANO, SU LEGADO AUN VIVE Y NOS MARCA A CADA PASO.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario